C.S. Lewis presenta una obra única en la literatura cristiana: una serie de cartas ficticias escritas por un demonio experimentado a su sobrino novato. A través de esta perspectiva satírica y profunda, Lewis explora la naturaleza del mal, la tentación y la lucha espiritual del ser humano. Una obra que combina humor, sabiduría teológica y profundidad psicológica.